Resulta gracioso lo complicadas y a la vez tan simples que pueden ser las cosas. Ahora estas todo lo alto que puedes, te entran ganas de echar a volar, de saltar, después todo lo bajo que hayas podido caerte y ganas, si esque las tienes, de quedarte ahí tal y como estas.
Hasta que punto las cosas son sencillas y hasta cual complicadas, es una pregunta que llevo haciéndome mucho tiempo.
Saborear las pequeñas cosas, ser feliz, volver a ser yo, sentir que me he recuperado a mi misma del infierno pero, saber que me va a perseguir toda la vida, que por mucho que corra terminara alcanzándome aplacandome hasta el suelo, no me sirve de nada desaparecer, la decisión esta ahí, hacer como si no existiera esa mano invisible que te oprime los nervios y el entendimiento, el miedo, ser otra persona diferente a la que eras, y otra persona diferente a la que eres ahora mismo.
Confieso que en este momento todo me da igual, después sabremos hasta que punto.
(8) Fue cuando dije, oh dios quiero ser libre, bajo y me dijo: -Hijo, elige tu el calibre.